Antonio Vargas Reyes fue un importante médico santandereano del siglo XIX. Su obra es relevante por hacer parte de un cambio de la historia de la medicina y, en general, de la ciencia en Colombia. Dicho cambio supuso el abandono de una tradición científica que, entre sus presupuestos, concebía la enfermedad como algo vergonzante e inmoral, y el clima, desde un punto de vista del determinismo geográfico, como factor dominante en la comprensión del cuerpo y de sus procesos. Para este momento, el papel del médico no era central en el ámbito público del cuidado de la salud, pues en los hospitales eran los sacerdotes quienes cuidaba de los enfermos, aspecto que iría a cambiar producto de la acogida de las nuevas ideas bacteriológicas, desatando nuevas comprensiones del cuerpo y de la enfermedad. Antonio Vargas Reyes contribuyó, además, a la institucionalización de la medicina en el país.
Nació en Charalá, Provincia del Socorro, en 1816, en el seno de una familia prestante cuyos padres realistas fueron perseguidos y expropiados por el gobierno patriota. Las dificultades económicas producto de ese hecho se extenderían a lo largo de su vida, incluso después de graduado de la Universidad del Rosario, en 1839. Durante sus estudios no pudo adquirir los costosos libros de medicina y al único lugar al que podía acudir, a pesar de las pocas existencias de literatura médica en la época, era la Biblioteca Nacional.
Viajó a Francia en el año de 1842, después de una breve participación como médico en la guerra de los Supremos, y en París retomó sus estudios de medicina, adquiriendo técnicas y teorías médicas de vanguardia. Regresó a la Nueva Granada en 1847 y, varios años después, gozó del reconocimiento académico por su amplio saber en anatomía, cirugía, química, farmacología y botánica, entre otras áreas. En 1868 fue nombrado el primer rector de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia.
El texto seleccionado,
Trabajos científicos del eminente medico granadino Dr. Antonio Vargas Reyes, recoge en dos tomos algunos textos relativos a la clasificación de las fiebres y las utilidades de la quina para tratarlas, así como aspectos profundos de cirugía y el estudio de las heridas de guerra, tales como amputaciones, heridas de armas de fuego y mordeduras de perro, comunes en las confrontaciones del siglo XIX.
Esta pieza se conserva en el Fondo Antiguo de la Biblioteca Nacional de Colombia con el número topográfico Fondo Pineda 667 Pieza 1. También está disponible en versión digital en el catálogo de la Biblioteca.
Santiago Alejandro Ortiz Hernández
Estudiante de Historia
Universidad Javeriana
Flip de Trabajos científicos del eminente médico granadino Dr. Antonio Vargas Reyes