La música andina colombiana cuenta con una historia difícil de descifrar, partiendo de cómo la mayoría de sus tradiciones se pierden en un pasado ancestral que combina el canto nostálgico de sus aborígenes con las marcadas danzas traídas de España, sin dejar de lado la riqueza rítmica de su herencia africana. A partir de dicha diversidad nace, desde luego, la necesidad de comprender la complejidad del mestizaje colombiano, que más allá de su dimensión racial, ha dejado un sello evidente en todo tipo de manifestaciones artísticas. Surge, sin embargo, un fenómeno en la percepción de nuestra propia identidad andina, que históricamente ha venido trazando una tradición que valora la herencia musical y cultural que nos dejó Europa olvidando con frecuencia que esta tierra tuvo otros dueños, y generalizando una mentalidad en la cual las raíces dejaron de ser raíces para convertirse en un recuerdo que los mismos colombianos percibimos hoy con desarraigo y exotismo. Es por esa razón que se pretende identificar algunos de los rasgos étnicos que conjuntamente definen nuestro mestizaje, resaltando así en nuestra música una realidad que, más allá del sonido, revela la diversidad cultural de nuestra historia. ver más |