La historia de los perfumes es tan antigua como la de la humanidad. La perfumista francesa Patricia de Nicolaï, única mujer que ha recibido el Premio internacional al mejor perfumista creador y actual directora de la Osmoteca de Versailles, expondrá cómo lo religioso, lo terapéutico y lo social han condicionado la perfumería de todas las épocas. ¿Sabía qué los primeros perfumes existieron en la prehistoria? ¿Qué en el antiguo Egipto sólo podían ser fabricados por sacerdotes y una de sus principales funciones era amenizar los rituales amorosos? ¿Qué fueron los griegos quienes fabricaron los frascos de perfumes más originales -existieron en forma de pies calzados con sandalias, bustos de divinidades, seres mitológicos-? ¿Qué en Roma se les atribuyó virtudes medicinales y solían ser recetados por los médicos? ¿Qué los islámicos inventaron las técnicas de destilación y fabricaron jabones perfumados? ¿Qué el propio Mahoma afirmó que lo que más amaba en el mundo eran las mujeres, los niños y los perfumes? Durante el Renacimiento surgió el uso del perfume con la apremiante necesidad de disimular los malos olores y la falta de higiene que imponía la época cuando se pensó que en el agua –y por ende en el rito del baño- se trasmitía la peste. La industria perfumera, como tal, apareció en el siglo XIX con la química moderna y la tecnificación de los laboratorios, entonces el perfume perdió mucho de su valor ritual y cultural y se convirtió en lo que conocemos hoy en día: un producto, donde aparte de la fragancia, es importante el frasco, el envoltorio y la publicidad. Más información: www.pnicolai.com / www.osmotheque.fr |