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martes, 3 de julio de 2012

Rv: [Boletines] Edición No 68 - CADAVERES EN LA INTERNET


----- Mensaje reenviado -----
De: Lapislázuli Periódico <funlazuli@gmail.com>
Para: Lapislázuli Periódico <funlazuli@gmail.com>
Enviado: Martes 3 de julio de 2012 17:39
Asunto: [Boletines] Edición No 68 - CADAVERES EN LA INTERNET





Cabezal del Boletin con el logo de FUNLAZULI
Año 7 . No 68- .Domingo 17 de Junio de 2012




 
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  El Boletín FUNLAZULI es un resumen quincenal del Lapislázuli Periódico La Fundación Artística Cultural Lapislázuli (FUNLAZULI) tiene por objeto promover y coordinar actividades que permitan concebir la literatura, el arte y la cultura como medios desde los cuales se propone la transformación de la sociedad.



EDITORIAL
CADAVERES EN LA INTERNET
EL COLOR DE LOS QUE SE HAN IDO 
Estás como siempre, navegando en la Internet y tratas de enviar un correo o entrar en una página Web de tu historial; y de un momento a otro llega a ti ese hedor que dice que ya es hora de limpiar tu agenda de contactos y direcciones favoritas que has acumulado con el tiempo. Una labor casi mecánica que nos recuerda que todo es efímero, aquello que guardamos como un enlace o dirección, ahora solo hace parte de un lugar que se llama memoria. . [continuar]
 

Les agradeceríamos nos envíe cualquier sugerencia, información artistica y cultural que no ayude a mejorar nuestro trabajo a contacto@periodicolapislazuli.com



01. En esta edición
 
Según la costumbre, por: Martha Yaneth Ruiz (Colombia)
Como quisiera mi tierra, por: Roberto Carlos Tovar García (Venezuela)
El libro, por: Hans Medrano (Colombia)
On the road...again, por: Arnaldo Coímbra (Colombia)
Incidencias de los teatros indios en los teatros posmodernos, por: Juan Monsalve (Colombia)
Las mujeres en el proceso de la lucha por la libertad. Fermina Lucumí: heroína y mártir de las rebeliones de esclavos en matanzas, por josefina Toledo (Cuba)
Reflexiones en torno a FLIA: somos resistencia y alternativa
Artista del mes Janet y Eduardo - [JUNIO]
Entrevista a jóvenes pintores cubanos
De las obras que pasaron por la 11 bienal de la Habana
 
EVENTOS - ACTUALIDAD
Talleres Literarios Vacacionales para Niños y Jóvenes (Club de Creación Literaria)
World Festival Of Poetry 2012
IV Festival Mundial de Eco Poesía 2012 Tumbes - Perú
Festival Internacional de Poesía de Medellín - Colombia 2012
RECOMENDADOS
 
Documental: ¿y tú, cuánto cuestas?
Concurso: participa en el sorteo de uno de estos libros
Análisis sobre las TIC y las Industrias Culturales
Galería visual: nuestro planeta - Por otoño suzume
Clarita, por: Valeria badano (argentina)
¿Le interesa obtener más información sobre tópicos de interés? Haga click aquí

Erótica: una selección de poemas, autores y obras cuyo eje común es la seducción, la pasión y el erotismo



 
Editorial Junio 2012
Alejandro Jiménez Schroeder- Director Lapislázuli Periódico.

CADAVERES EN LA INTERNET
EL COLOR DE LOS QUE SE HAN IDO

Estás como siempre, navegando en la Internet y tratas de enviar un correo o entrar en una página Web de tu historial; y de un momento a otro llega a ti ese hedor que dice que ya es hora de limpiar tu agenda de contactos y direcciones favoritas que has acumulado con el tiempo. Una labor casi mecánica que nos recuerda que todo es efímero, aquello que guardamos como un enlace o dirección, ahora solo hace parte de un lugar que se llama memoria.
Si revisas el caché, los filtros de navegación y tu agenda de contactos, no tardarás en ver que están llenas de diminutos cadáveres virtuales que quedaron tendidos sobre la red, y ahora, sus k-bytes tal vez se encuentren en el cielo de los computadores....
Las causas de la muerte en ocasiones son tan variables que el parte médico diagnostica desde problemas con el servicio de hosting, dificultades al acceder a las cuentas, hasta la inanición del ser humano que le inyectó todas sus energías a aquel proyecto virtual hasta que dio su lucha por vencida.
Y al igual que los muertos en vida, encontrarnos con aquellos cadáveres de la Internet, o los mensajes que nos recuerdan lo que alguna vez hubo en ese espacio metafísico, virtual y casi real cifrado por códigos en algún ordenador, se convierten en lugares sobre los cuales preferimos no mirar, y seguir adelante creyendo que Internet es por siempre y para siempre.
Ahora, y cada año, se inician nuevos sueños y proyectos para todos, bendiciones y buenos deseos de porvenir y sobre todo, aparecen nuevas creaciones con el anhelo que el tiempo nos permita cumplir cada una de las metas planteadas. Sin embargo, olvidamos que todo comienzo también es un final. Un final que para algunos se llega de forma tajante y sin previo aviso, y para otros se les da la posibilidad de culminar con sus procesos y cerrar ciclos. Pero no se asusten, que no hablo de la muerte de nadie, ni mucho menos. Hablo del bien sabido Internet.
Si, ¡Internet! Esa cosa ya asumimos como parte de nuestras vidas para comunicarnos e interrelacionarnos con otras personas y dimos por hecho que estaría aquí hasta el fin de los tiempos. Quizás, el día del juicio final en Google o en Facebook aparecerán las listas de aquellos que se salvaron de ir al infiero y quiénes no.
A los que si les ha llegado su hora final y se encuentran en las últimas, o por lo menos algunos vaticinan que los que van a desaparecen son todos aquellos registros en papel y documentos físicos (libros, revistas, diccionarios, enciclopedias) que sin duda, se han visto amenazados por las tecnologías de la informática, muy a pesar de nuestro querido Gutenberg. Pero bueno, en realidad eso no importa mucho, o por lo menos para la gran mayoría que van por la red "navegando" con la prisa de consumir toda la información desde un click, el darnos cuenta que somos sujetos históricos no pareciera importa mucho.
Aquí y ahora, consuma, produzca, transforme y vuelva a consumir. Los volúmenes desbordados de información que manejamos a través de la red es de tal magnitud que en pocas ocasiones nos preocupamos por su veracidad, por su perdurabilidad, por su objetividad y sobre todo, por su pertinencia en nuestra sociedad.
Quizás lo sabemos, y se nos ha advertido de los múltiples riesgos informáticos, pero aún así no somos consientes de los panoramas más dramáticos en donde la Nube quede sin información, en donde el acceso a la Internet se vuelva un asunto restringido, o la información de cada uno sea cada vez más expuesta al mundo. Pero bueno, eso ya lo sabías, así que no hay por qué alarmarse. Más bien, goza con la alegría de poder encontrar la información con mayor velocidad; el tener acceso a casi cualquier información en algún lugar del mundo, son privilegios de quienes tienen acceso a la tecnología y cualquier precio que parezca pagarse, siempre será algo ínfimo.
Sin embargo, Internet como muchos de nosotros lo ha visto es una entidad que ha cobrado vida propia, a tal punto de establecerse como uno de los poderes trasnacionales más importantes después del dinero y la religión.
El problema que se nos plantea en la actualidad es que la información a la que tenemos acceso a través de Internet se está muriendo. Música, libros, sitios Web y aplicaciones, que en alguna ocasión visitamos, es posible que ya no estén; y esto sucede por el simple hecho de la expiración.
Es posible encontrar una noticia entre los diarios de hace cincuenta o cien años. Pero tratar de hallar una noticia de hace diez años en Internet se convierte en una labor casi imposible, si tenemos en cuenta que el servicio de hosting y dominios desde los cuales hospedamos nuestra información han cambiado, se renuevan los equipos que hacen el almacenamiento, así como el tiempo que duran los contratos en almacenar nuestra información.

FUNLAZULI

Clarita
Por: Valeria Badano  (Argentina)

Habíamos llegado de Tucumán las tres. El papá se había dormido una tardecita debajo de un árbol mientras se hamacaba esperando que el viento lo despeinara. ¡El viento no iba a despeinarlo a él que le gustaba usar mucha gomina en su pelo blanco! Así se lo aplastaba él, y le brillaba, todo ese pelo blanco y abundante hecho pura plata. El papá se durmió esa tardecita y la mamá que ya tenía muchas arrugas y muchas tristezas no quiso quedarse en esa casa vacía en la mitad. La Rosario, en cambio, era joven y hermosa. Tenía el pelo larguísimo, oscuro y abundante. Parecía que la noche se bajaba del cielo a nuestro patio cuando lo usaba suelto. La Rosario era linda, linda y muy joven. La mamá la miraba raro, parecía que algo en la Rosario le recordaba a ella, pero también algo le molestaba, y algo la igualaba conmigo. La mamá nos miraba y suspiraba pero no de tranquilidad, suspiraba y se le escapaba la tristeza. La Rosario, a veces, la miraba y parecía que le iba a discutir, a gritar o a preguntar. Pero no hacía nada, agachaba la cabeza y seguía. La mamá se puso más triste cuando el papá se durmió esa tardecita, la Rosario se quedó como muda, como dormida y como si dormida caminara. Parecía perdida. Yo, en cambio, estaba sola. Nadie parecía poder explicarme por qué el papá se había dormido y no había querido despertarse para tomar los mates antes de la comida. Nadie pudo decirme qué había pasado. El papá se durmió. La mamá se puso triste –más triste que de costumbre-y la Rosario estaba perdida.
La mamá, chica en esa casa grande, empezó a ver que muchos ojos la espiaban, se sentía acechada, asustada. Parecía que los fantasmas iban a comerla. La mamá tenía miedo. Y yo pude entender que la siesta del papá iba a ser larga muy larga. Tal vez temiera dormirse como él -¡y con tanto para planchar!-, tal vez temiera que los ojos que la miraban se transformaran en bocas que realmente pudieran comerla, masticarla, triturarla.
Y los miedos de la mamá fueron ciertos porque ahora que el papá se había dormido, las bocas de las vecinas hablaban con voces fuertes, decían cosas en voz alta que yo no entendía pero que la mamá y la Rosario no querían oír y se esforzaban por no escuchar. Las silenciaban con el rezo rítmico. Murmuración contra murmullo. Y la calle de esa casa ahora medio vacía, se llenó de voces que no se entendían y de las que yo aprendí. Y esa fue mi voz: desarticulada, murmurante, solo sonido en el que cada tanto se armaba una palabrita: "mamá", "nena", "agua".
La mamá, en tiempos más felices, decía que yo hablaba con las palabras de la noche, con las palabras de las hojas movidas por el viento. Ahora ya no decía nada, rezaba cada vez que en la calle las voces de las vecinas nos cercaban como un alambrado de púas.
La Rosario callaba. Era bella pero demasiado silenciosa, sus palabras parecían no querer salir –o no poder salir- de esa boca que antes, supongo, reía. Había una o dos fotos de la Rosario chica y sonriente. Había pocas fotos de la Rosarito conmigo; muy pocas de todos sonrientes. Tal vez algo en mí había traído la tristeza. Tal vez fuera mi mirada achinada y mis palabras iguales a las voces de la noche y a las hojas movidas por el viento.
La mamá, la Rosarito y yo nos fuimos de Tucumán y llegamos acá. Si el papá se había dormido y no podía protegernos de esas bocas que gritaban murmuraciones poco creíbles y de esos ojos desconfiados, era mejor irse. La casa de la tía, bien lejos de Tucumán y de la soledad que había traído el sueño imperturbable del papá, iba a ser un buen refugio.
Llegamos acá y nos fuimos a vivir a la casa de la tía. Era la tía de la abuela, pero la Rosarito y la mamá la llamaban 'tía'. Yo también la llamaba así, pero creo que ella nunca entendió lo que mis palabras nocturnas y ventosas estaban diciéndole. La tía siempre me sonreía, y le sonreía a la Rosarito y le sonreía a la mamá. Aunque a veces esa sonrisa parecía de lástima, como diciendo 'pobre'. Nunca supe si lo decía por mí, por la Rosarito, por la mamá o por ella que parecía no entendernos. Tal vez fuéramos todas un poco pobres.
La Rosarito quiso enseñarme a escribir pero mi mano siempre desatenta se conformó con el dibujo enrulado del número dos. Y no me cansé de escribir hojas y más hojas tallando ese rulo-cuello-de-pato, ese rulo-cabeza-de-globo, ese rulo-cola-de-gato que apenas me salía pero que emocionaba a la Rosarito aunque la mamá moviera la cabeza buscando resignación.
Un día la mamá se durmió, y sin que nadie me lo dijera, entendí que había sido para siempre, como se había dormido mucho tiempo atrás el papá.
Los ojos de la mamá, sin embargo, habían peleado con ese sueño que quería atraparla, en esos ojos no había entrega, había lucha, había rabia. Eran como mis gritos cuando me mandaban a  dormir por la noche.  
-Yo me ocupo- le dijo la Rosarito. –Vos, andá tranquila.
Y si el sueño porfiado no la hubiera ganado, la mamá le hubiera gritado que qué iba ella a poder conmigo, si era tan joven, tan inexperta. Tan bella. Pero no pudo gritarlo porque se durmió sin más remedio.
La Rosarito fue buena conmigo. De tan bella que era encontró un hombre que quiso quererla y que también me quiso a mí. A esa altura ella y él eran como mis papás porque me cuidaban. También me quisieron cuando les nació la hija. Un día trajeron un atadito blanco y perfumado. "Es Julia" me dijeron y yo sentí ganas de acariciar esa cara roja. Julia también me quiso. Supo entender mi voz de noche y viento y también quiso enseñarme a escribir. Volví a dibujar un rulo-cuello-de-pato, un rulo-cabeza-de-globo, un rulo-cola-de-gato que señalaba con mi dedo: "dos", sabía que les anunciaba. Julia reía conmigo y la Rosarito casi casi fue recuperando esa risa de cuando era chica, antes de que yo llegara a la casa y le llegara a sus vidas.
Bastante pronto a mí también me atacó el sueño. Primero me obligó a acostarme y no querer moverme. Ni siquiera las escaras lograron levantarme. Mi voz de noche y de viento, se acalló, fue un silbido opaco. Mis ojos perdieron la luz que se encendía cuando descubría el mundo y mi mirada achinada fue cada vez más errática.
La Rosarito no se separó de mi lado, me acunó, me cantó y me abrigó. Esa hermana mayor pronto fue como la mamá. Tan linda y tan buena.
Cuando finalmente me dormí en esta siesta tranquila para siempre, vi a la Rosarito que lloraba desconsoladamente. No era llanto de hermana mayor, era llanto de madre. Yo la había querido tanto y ella, tan bella y tan joven, sin poder decírmelo, me había amado como nadie. Ni siquiera los abrazos de Julia, su hija menor pudieron consolarla de mi pérdida.
 

"INCIDENCIAS DE LOS TEATROS INDIOS
EN LOS TEATROS POSMODERNOS"
Por: JUAN MONSALVE
            El asunto del espejo considerado como metáfora de penetración, no de reflejo, recuerda las interminables teorías sobre la función del arte.  Shakespeare usó también la metáfora del espejo  muchas veces; en una de esas nos la refiere por boca de Hamlet, en la escena con los Cómicos*(Acto III- Escena Segunda. Pg. 251. E. Aguilar):
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..es presentar, por decirlo así,
                                                                       un espejo a la humanidad..


Esto merece un comentario.  Shakespeare dice: Por decirlo así,  es decir, de tal manera que se entienda como reflejo especular, espejismo, pero no como reflejo mimético de la realidad.  Las cosas no son lo que parecen, sino que parecen lo que son. 
Sobre la teoría del reflejo  se ha escrito mucho, y no es mi propósito abordarla, sólo indicar que la penetración del espejo  (o del espejismo de la realidad), la encontramos maravillosamente escrita en Alicia, de Lewis Carroll, cuando la niña atraviesa el espejo.
J. L. Borges escribió sobre seres especulares, lo mismo que Cortazar, Paz y otros.  Toda la literatura mágica contemporánea es especular.  Tal re-presentación de los reflejos nos ha conducido a una imagineria posmoderna, que como reflejos de antiguas ideologías imponen nuevamente pos-ismos.
La no-representación de lo irrepresentable, el espacio original de representación, más allá de la representación clásica; re-constitución de un espacio cerrado de representación originaria, de la archi-manifestación de la fuerza o de la vida  (J. Derrida, refiriéndose a A. Artaud).

Por ello la hermenéutica y la simbología de los teatros indios, del tercer mundo, están llamados a incidir directamente en los teatros del primer mundo.  De hecho lo llevan haciendo de manera creciente. 
La influencia de los teatros del sudeste asiático en los teatros Europeos y los teatros Norte-Americanos es patente, no sólo en las modas escénicas, sino también en la incidencia sobre grandes investigadores y hombres de escena.
Una de las características del teatro contemporáneo, es una vuelta al interior,  a la intimidad de una alcoba, a la soledad interior, no en un sentido psicológico, ni melodramático, sino en un sentido de espacio interior, cerrado, hermético, simbólico.
En nuestra época, el espacio interior, hijo del monólogo interior literario, encuentra en los teatros posmodernos el melodrama, la intriga y la acción, ante la frivolidad y vanidad de sus artes escénicas, que en busca de libertad han depositado su anhelo en la materia, en la técnica; o cuando más, en un Dios fuera de sí mismo.

El Lugar Interior,  loci, locus, morada interior,  es el espacio simbólico.  También las culturas shamánicas lo refieren como la "búsqueda del lugar".  La reflexión volumétrica del espacio escénico, vuelto sobre sí mismo, es decir, como espacio al cuadrado, nos eleva la escena al cubo.  El cubo, en la dimensión del cuerpo, es su medida real, física. La sobre-dimensionalidad del cuerpo humano realizada por las arquitecturas fascistas (tótem), inflacionan la conciencia y la deforman, de tal manera, que producen horror.
El Arte de la memoria, es primeramente un arte del Silencio Hermético- saber, osar, obrar y callar.  La memoria, Mnemosyne, para los griegos, era la madre de las Musas.  Y la memoria es, en primera instancia, un lugar  un loci.  El cubo de la memoria del Teatro Mundi*según los planos del Teatro El Globo, de W. Shakespeare, es el mismo Huevo Mundi,  la medida real del hombre, con las puertas,  de sus sentidos.  El cuerpo del Teatro Mundi es la medida del cuerpo humano.
En la selva amazónica, se mide el espacio ritual, en el interior de la maloca, como el pecho del tigre,  la medida entre las tetillas del shamán, cuadrado interior, donde vive el corazón del tigre ("El Baile del Muñeco"-L. Fiori, J. Monsalve-Ed. Magisterio-Bogotá-1995).  Allí se danza, entre los cuatro estantillos, o columnas.  La simbología original de los teatros indios, nos recuerdan el cuadrado y el cubo, como medidas del danzante, del cantor, del hacedor de microcosmos, Shiva Nataraja, Los Abuelos Nucurya.
El cubo para los egipcios, representa el dueño de sí mismo, la medida real, el emperador de sí mismo.  La piedra cubicular, o filosofal, Lapis, que guarda en sellos la Memoria.  La piedra Negra, de Allá.  La mesa del cielo de María Sabina, de Tepoztlán.  Lo mismo el Dado con sus seis caras que suman veintiuno, el mundo coronado de Laurel, para los egipcios.
Los múltiplos del cuatro, más uno, el treinta y tres, número mágico.  Las implicaciones de la numerología del cubo, en el campo simbólico son infinitas.  La realidad virtual de los teatros indios (asiáticos y americanos), las podemos entender desde el Trance, el giro extático, donde el movimiento espiral de la ojiva del sombrero, convoca la presencia de los dioses.

El paso de la danza-el pie, golpeando el piso-llama los espíritus de los ancestros, los tambores y las guayas convocan los clanes y las tribus.  El sentido de sacrificio  que corresponde originalmente al sentido de Acción,  en el cuerpo del performer, es el sacrificio del cuerpo físico, para logar el Conocimiento (Sattva).  El sacrificio del cuerpo está simbolizado por el sacrificio animal, en muchas mitologías, por ejemplo: El sacrificio de la vaca, del caballo, del tigre o del pájaro; lo mismo que el sacrificio de la misma Naturaleza y del Cosmos.
La acción, analogada a la lluvia (Bagavad Gita), produce en el cuerpo humano, considerado, como nube contingente, una lluvia llamada sudor, semilla del pan.  En el teatro Noh, se aplaude el esfuerzo, el sudor del actor.  La acción proviene de Brahma y éste del Imperecedero. 
El yo, engañado por la ilusión piensa que él es el hacedor.  Pero nadie puede escapar a la Acción, es decir a la lucha  y al sacrificio, como lo vemos en el diálogo de Arjuna y Krishna, el cual debe luchar contra su propio hermano y vencerlo en forma de demonio del deseo (Bagavad Gita, Annie Besant, Ciencia del Eterno, titulado: El Yoga del Samkhya, o Yoga de la Acción).
La Acción es el  sacrificio, es la ofrenda para el conocimiento (sattva).  No hay conocimiento posible sin sacrificio.  La acción es el sacrificio del cuerpo.  En éste mundo, la contingencia del ser se encadena en acciones que nos liberan de la ignorancia y de la muerte (Tamas).  La acción es Raja y su símbolo zoo-formo es el tigre, como el shamán amazónico, él tiene los colores del sol y de las tinieblas. 
Los Locis, los lugares sagrados donde se ofician los rituales y las ceremonias de los teatros Indios, conservan la memoria de los sacrificios antiguos.  El mártir que hace señales desde la hoguera (A. Artaud-El Teatro y su Doble), el actor santo inmolado que ofrenda su cuerpo, pan simbólico.  El concepto de pan original, es el de pan con sabor, Rasa (Sabor estético-Natyashastra).  Las emociones son los sabores, las especias del arte.  Sin emociones no hay arte.  El arte está hecho para curar las emociones, convertir las emociones negativas en emociones positivas.  Transmutar el Horror en Piedad, la Tristeza en Alegría, el Desprecio en Amor, el Miedo en Valor...
Otra incidencia de los Teatros Indios en las Dramaturgias Posmodernas es la del sonido producido tras la cortina.  Basta recordar que el telón, Maya apariencia,  fue el pétalo de un loto que recogió Shiva del mar.  La cortina, de origen Indio o Griego (..?), con sus implicaciones simbólicas:  guarda en un rectángulo dentro de dos rectángulos de tela, el mundo del teatro y de la danza, tras la cual aparece, primeramente, un sonido, una voz oculta.
Se dice: Trueno-Rayo, y no Rayo- Trueno* En el Tao Te King,  indicando con ello que primero es la voz y luego la luz.  En todas las mitologías, la Voz  precede a la Imagen, en contradicción  a la velocidad física de la luz y el sonido.
La Voz, aparecida entre la nube, anuncia en ecos que resuenan en el hombre diríamos en los resonadores del cantor, si no fuera por la oclusión de las cavidades armónicas que sufren nuestras sociedades autistas y anónimas, cajas de resonancias rotas.
En el Kootiyattam, la acción se reitera tres veces, no se repite tres veces, sino que se reitera,  rodeando el sentido inefable.  Esto es muy importante, ya que el minimalismo Occidental ha malentendido la reiteración mántrica por la repetición mecánica. La reiteración Mántrica tiene como objeto el rodeo del significado, el rodeo de lo invisible, de lo inaudible, del silencio interior y no la repetición de la línea argumental y la saturación del oído.

De ésta forma la inflación del texto propia de la manera opulenta de los teatros primer mundistas, la retórica del canto, el recitado, la oratoria y la opulencia de la voz, sólo nos confirma su sobre-dimensionamiento post-fascista.
Mientras el cantar los mantras del Kottiyattam, son un rodeo del cuerpo, las manos, el rostro y la palabra sobre los amores de Rada y Krishna.  Las reiteraciones de los versos (des-estructuración del texto), conducen a la re-constitución  de un espacio original de representación, donde la escena se observa desde tres puntos de vista distintos. 
La reiteración no se trata de un efecto estético, de una mera forma, sino de un giro extático,  de un disco de jade que hace rodar el teatro del mundo. 
Estas y muchas otras incidencias proponen los Teatros Indios a los Teatros Posmodernos urbanos, murallas sitiadas por flechas invisibles.
El posmodernismo actual, inscrito en un contexto típicamente primer mundista, corre el peligro de banalizarse, es decir, de convertirse por defecto en una filosofía del consumismo despreocupado y hedonista de los países afluentes.  Es preciso pues, la contaminación del posmordernismo nórdico, por el pensamiento del Sur, tanto tradicional, como contemporáneo, para revitalizarlo con una visión tercermundista de la realidad, en donde la carencia y no la afluencia, es el signo más significativo (Posmodernismo y tradición India, Por los Caminos de lo Otro, S. P. Ganguly, Pg.65, Actas de la II Conferencia Internacional sobre Hispanismo y Estudios Ibero-Americanos, Centro de Estudios Hispánisticos, Universidad Jawaharlal Nehru, Nueva Delhi, 21-23 de Feb-1995, Publicado en español.)
La diferencia entre los mal llamados Primer Mundo y Tercer Mundo, es que en el Tercer Mundo, la basura está por fuera, mientras que en el Primer Mundo está por dentro.  La pretensión europeísta de considerar a América como una Gran Europa,  olvida su irrupción violenta y esconde sus intenciones expansionistas. 
Los ingleses no se mezclaron con los indios; mientras que los españoles no sólo violaron las mujeres indígenas, sino que engendraron los hijos de la violencia.  La tolerancia del indio, su firme adhesión a la verdad, su no-violencia, son incidencias rítmicas y melódicas, en la oposición occidente-oriente.

El Teatro Mundi, considerado como un mapa en proceso, es un lugar donde los teatros Indios de Oriente y Occidente inciden de manera definitiva en los teatros Posmodernos, de modo que la Tramoya es des-estructurada, desmontada la trama psíquica, reemplazadas las luces por antorchas y el tacón por el pie limpio, el miriñaque por la saya y el Do de pecho por el Om profundo.
Tales incidencias tienen, para terminar una simpática anécdota que nos ocurrió hace algunos años en Londres:
En el Teatro TK, presentábamos La Ciudad Perdida,  y cuando Lavinia ensayaba el combustible prendiendo una hoja en el cenicero del camerino, sonó una alarma en todo el teatro...!  Al instante llegó el Director preguntando dónde estaba el incendio  Vociferaba la prohibición  que tienen los escenarios Londinenses, para la utilización del fuego, mientras nos indicaba las alarmas del teatro. 
Al punto entraron a escena tres bomberos, en un Cup doleil,  que Ionesco hubiera disfrutado para su Cantante Calva.  Eran las cinco en punto, la hora del té Inglés que sabemos, fue traído de la India.   Los bomberos, auténticamente Ingleses, median dos metros de altura y estaban montados en inmensas botas de plástico Inglés, cubiertos con inmensos impermeables Ingleses, portando baldes, lazos y picas Inglesas. 
El jefe de los Bomberos se paró con mucha propiedad en el lado izquierdo de la escena, que produjo en todos los presentes una anagnórisis llena de peripecias, pues dio un saltito de rana  y ordenando con la mano: ¡Adelante...!  Entonces, lo siguieron sus subalternos y buscaron por todo el teatro hasta que descubrieron el cenicero. 
¡Lastima! En Londres, la tierra de Shakespeare, los bomberos tienen secuestrado el fuego...   Tal suceso produjo una discusión con el Técnico de Luces, que afirmaba que el desarrollo técnico podía reemplazar el fuego sin percatarse de que, así, el teatro sería sólo cenizas.
Los Teatros del primer mundo no podrán salir de su crisis mientras no entiendan que saqueando las formas de las mal llamadas culturas exótica,  no obtienen nada, sólo meros cascarones estéticos que se consumen al ritmo de las modas.  Los Teatros Indios, aparte de sus maravillosas formas, nos recuerdan que el arte es un regalo de los dioses y que su función es sagrada.
 
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11ª Bienal de La Habana, 2012
Prácticas artísticas e imaginarios sociales
La edición 2012 de la Bienal de La Habana se desarrolló en circunstancias internacionales en las cuales los debates en torno a los escenarios del arte contemporáneo se han modificado sustancialmente y adquirido nuevos significados, tanto para los artistas como para las instituciones y los diferentes públicos.
En esta ocasión, el equipo curatorial de la Bienal propuso evaluar cómo se comportan las relaciones entre las producciones visuales y el imaginario social, destacando, que con imaginario social no solo se está refiriendo a un cuerpo teórico, sino a cómo la gente imagina su espacio social y se manifiesta a través de referentes culturales e históricos, así como a la dimensión simbólica que ellos adquieren a través del arte.
El imaginario social expresa los vínculos y las relaciones de amplios grupos de personas que abarcan a toda la sociedad, compartiendo intereses comunes y estableciendo niveles de legitimidad. Es el lugar donde toman cuerpo las nociones de lo público, del espacio ciudadano y de los diferentes aspectos que posibilitan la interacción comunicativa. Aunque este concepto contiene las normativas sociales, refiere también aquellos componentes de carácter personal y de la subjetividad que indiscutiblemente pasan a formar parte de un sistema mayor. Su naturaleza lleva implícita los principales conflictos que actualmente se detectan en el entorno urbano, uno de los tejidos donde se manifiesta de manera singular.
 

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SECCIONES
 
 

Las mujeres en el proceso de la lucha por la libertad.
FERMINA LUCUMÍ.
Heroína y mártir de las rebeliones de esclavos en Matanzas.
Por Josefina Toledo*

En Cuba, como en los vastos territorios encontrados por Cristóbal Colón en este lado del mundo, la oprobiosa trata negrera posibilitó la introducción de hombres y mujeres arrancados de su suelo natal africano, y sometidos a la emigración forzosa, en condiciones de esclavitud. Los muy frecuentes arribos a las costas cubanas de estos grupos significaron para ellos el trabajo en condiciones de sobrexplotación despiadada por parte de los amos que los adquirían casi recién llegados. Les había sido arrebatado el don más precioso que tiene el ser humano: la libertad. El pensamiento esclavista de la época les cuestionaba, incluso, la capacidad de raciocinio. Suponían que eran simples "piezas" incapaces de pensar y que, en consecuencia, no estaban conscientes de su triste condición. Pero "sin libertad, como sin aire propio y esencial, nada vive"* , y fueron muchos los que se rebelaron y huyeron a los montes colindantes para alcanzar una siempre precaria libertad en los palenques de cimarrones.
La añoranza por la arrebatada libertad y los castigos corporales y morales que recorrían la gama del látigo de los mayorales, los cepos, las celdas, fueron la atmósfera natural para las muy frecuentes sublevaciones de esclavos, y el surgimiento de líderes de uno y otro sexo, dispuestos a luchar para recuperar su libertad. De ellos, el precursor y más destacado conspirador es el negro libre habanero e ilustrado, carpintero ebanista, José Antonio Aponte, quien logra estructurar una conspiración que se extiende a otras provincias, y que tiene entre sus objetivos la abolición de la esclavitud, la supresión de la trata negrera y el derrocamiento del poder colonial español en Cuba. Descubierta la conspiración, Aponte y algunos de sus compañeros son condenados a muerte, sin juicio previo, y ahorcados el 9 de abril de 1812. Este año de su bicentenario se le ha rendido justo tributo de recordación* , que es también un necesario ejercicio de justicia histórica con una figura que los intereses oligárquicos demonizaron para sembrar el miedo, la división y neutralizar su ejemplo* .
En la Conspiración de Aponte algunas mujeres tuvieron un desempeño importante en otras provincias, según la imprescindible investigación de José Luciano Franco* . En Bayamo se recogen los nombres de Caridad Hechavarría, Dolores Figueredo y Juana Villegas. Abortada la insurrección, los conspiradores son ahorcados y las mujeres fueron azotadas públicamente; algunas murieron durante la ejecución de la cruel sentencia. En Remedios se recogen los nombres de María Merced Llanos y María del Buen Viaje Orihuela. Ellas fueron acusadas de aprovechar las tradicionales fiestas de La Candelaria, el 2 de febrero, y las fiestas de san Blas y san Blas Chiquito, el 3 y el 4 del mismo mes, respectivamente, para ganar adeptos entre posibles conspiradores, en aquel año 1812. Estas mujeres se expresaban en sus lenguas nativas africanas. Fueron detectadas y algunas de ellas, al igual que en Bayamo, fueron públicamente azotadas hasta la muerte.
Los ahorcamientos, los azotes y la brutal represión que desencadenó el sistema colonial en Cuba no fueron capaces de sofocar las ansias de libertad de los esclavos. La necesidad de abolir la esclavitud y la trata negrera se identificaba, entre los líderes más lúcidos, con la necesidad de independizar a Cuba de la dominación colonial española. Treinta y un años después de la Conspiración de Aponte, en noviembre de 1843, se produce lo que José Luciano Franco* ha calificado como la rebelión de esclavos más sobresaliente y de mayor masividad ocurrida en Cuba colonial. Tuvo por escenario el ingenio Triunvirato en la provincia de Matanzas, y entre sus líderes están Fermina Lucumí y su compañera Carlota. Para valorar la masividad de las sublevaciones de esclavos en 1843, debe tenerse presente que en Matanzas, a mediados del siglo XIX, había más de 100 000 esclavos, según señala José Luciano Franco, quien estima que en esa década del siglo XIX el 46, 8 % de la población era esclava, y la trata negrera sostenía la tendencia a seguir aumentando la proporción de presencia negra en la población de esa provincia, y de toda la Cuba colonial. La oligarquía se siente amenazada por la proporción y ordena a sus mayorales mantener a raya a sus esclavos, sobreexplotados en el trabajo, e inmisericordemente maltratados ante cualquier supuesta "falta". Se produce entonces la lógica relación inversamente proporcional: Aumenta el miedo al negro, aumentan los castigos y, como respuesta, aumenta en los esclavos el ansia de liberarse.
El primer alzamiento de esclavos se produce en Cárdenas, en mayo de 1843, en el ingenio "Alcancía". La rebelión fue secundada por los trabajadores del Ferrocarril de Cárdenas, de cuyo capataz, el irlandés, Daniel Goulding, sospecharon las autoridades que no era ajeno al movimiento rebelde, extendido a las dotaciones de esclavos de varios ingenios de los alrededores. También en mayo de 1843 los esclavos de los ingenios Santa Rosa y La Majagua, propiedad del muy acaudalado Domingo Aldama, se sublevaron e incendiaron los almacenes y algunos bohíos. Ambos grupos de rebeldes sumaban alrededor de 300 hombres y mujeres armados de machetes, que inicialmente arrollaron a quienes intentaron interponerse a su paso, y se dirigieron a los barracones vecinos, convocados por sus tambores. Los rebeldes llegaron a los ingenios "La Trinidad", "Lucía", "Las Nieves", "La Aurora", cuyas dotaciones, mayoritariamente, se les incorporaron. Entre los líderes de estos masivos levantamientos aparecen figuras ya míticas como Fermina Lucumí, su compañera Carlota, y Eduardo, el tamborero que con la percusión ancestral de los cueros, había llamado a sus compañeros esclavos a pelear para recuperar la libertad. La rebelión parecía imparable por su propia masividad. Como era previsible, los encargados por la metrópoli española de mantener el orden del régimen esclavista se coaligaron contra los rebeldes. Fueron perseguidos por las fuerzas de milicias al mando del capitán pedáneo y todos los mayorales de los ingenios involucrados. Enfrentados a fuerzas con superior armamento y experiencia militar, los rebeldes fueron sometidos después de presentar una heroica resistencia. Muchos murieron luchando por su libertad, como Carlota* , devenida símbolo y acicate para sus compañeros. Muchos esclavos lograron internarse en zonas poco accesibles para las fuerzas coloniales y engrosaron los palenques de hombres y mujeres libres. Los que fueron capturados vivos fueron salvajemente golpeados, como escarmiento ante posibles nuevos intentos. Fermina Lucumí, acaso cubriendo heroicamente la retirada al monte de muchos de sus compañeros, es capturada viva, ferozmente torturada por los latigazos y encerrada en una mazmorra con ambos pies metidos en el cepo, remachado por cadenas. Viva y rebelde esperó una segunda oportunidad de ser libre o morir en el intento.
El 15 de noviembre de 1843, convocados por el toque misterioso de los tambores, se levantaron los esclavos del ingenio Triunvirato en Matanzas, y arrastraron tras sí a un muy nutrido grupo de esclavos de los ingenios de los alrededores, decididos a luchar por su libertad y contra el trato inhumano al que eran sometidos. Volvieron a enarbolar el machete los irredentos del ingenio Ácana y se lanzaron contra el grupo del mayoral y del administrador y sus seguidores que trataron de cerrarles el paso. Incendiaron la casa de vivienda y parte del ingenio. Se apoderaron de algunas pistolas y escopetas que abandonaron en su huida los representantes del poder, y buscaron a Fermina, todavía con las huellas de los latigazos y los grilletes en los tobillos, desde la anterior rebelión. De nuevo junto a Eduardo y otros líderes les dijo a sus compañeros la necesidad de eliminar al mayoral "ese que pone los grillos" que la había torturado durante tanto tiempo desde la insurrección anterior. Se dice que el aludido, apresado por los rebeldes, trató de defenderse, trató de golpear a Fermina con sus puños, cuando ya había sido despojado de su pistola y, ante la vacilación de sus compañeros, la propia Fermina lo degolló de un solo impulso, tal y como abatía los plantones de caña en el campo. "Válida es la nostalgia que hace poderosa / la mano de una mujer / hasta decapitar a su enemigo"*
Al igual que en la gran rebelión anterior, los sublevados tienen éxitos iniciales determinados por la masividad del movimiento y porque entonces disponían de algunas armas de fuego abandonadas por sus enemigos. Desde La Habana, el gobernador colonial envía regimientos completos hacia Matanzas para combatir a los esclavos que luchan por su libertad. En el desigual enfrentamiento los rebeldes son cercados durante varios días en el ingenio san Rafael. Cuando las fuerzas colonialistas deciden asaltarlos se produjeron feroces combates. Centenares de esclavos cayeron combatiendo, y muchos otros fueron asesinados. Incluso aquellos esclavos que habían permanecido en los barracones fueron sacados y asesinados. Un grupo numeroso de los rebeldes del Triunvirato logra escapar a la masacre y se refugia en los cayos de la Ciénaga de Zapata, en el lugar conocido después como El Gran Palenque de las Cuevas. Al parecer, Fermina Lucumí atrae y mantiene sobre sí la furia y la atención de los perseguidores para facilitar que muchos de sus compañeros pudieran burlar el cerco y llegar a las inmediaciones de la Ciénaga de Zapata. La heroica y valiente mujer fue fusilada junto a su grupo de resistencia: los esclavos Cristóbal, Zoilo, Cirilo y Adán, todos lucumíes, y Manuel, Nicolás y Narciso, de etnia gangá. Todos fueron fusilados en marzo de 1844, según la autorizada opinión de José Luciano Franco. En el lugar del sacrificio, nuestra Revolución ha levantado la escultura que perpetúa su memoria y el moderno centro escolar que ostenta su nombre.
 
 
* Dra en Ciencias Históricas. Investigadora y Profesora Titular de la Filial 4 de la Universidad de La Habana.
* José Martí: "Libertad, ala de la industria", La América, Nueva York, septiembre de 1883, O.C., Editora Nacional de Cuba, 1963 – 1973, t.9, p. 451.
* Silvio Castro: "José Antonio Aponte y Ulabarra, precursor", Granma, 17 de marzo, p. 3; María del Carmen Barcia: "José Antonio Aponte, ícono de la subalternidad", Trabajadores, 9 de abril, p. 4; Eduardo Torres-Cuevas: "Un conspirador de ébano en tiempos de tormentas", Granma, 9 de abril.
* Otro elemento de justicia histórica, acaso sería investigar cuándo y quiénes colocan la única tarja dedicada a Aponte en la también única calle que lleva su nombre en La Habana, situada en calle Aponte casí esquina a Máximo Gómez (Monte), espacio hoy en reconstrucción por el deterioro de los años. J.T.
* José Luciano Franco: Las conspiraciones de 1810 y 1812. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1977.
* José Luciano Franco: La gesta heroica del Triunvirato. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
* Como homenaje a Carlota, la esclava rebelde que muere con el machete en la mano, combatiendo por su libertad y la de sus compañeros, Cuba denominó "Operación Carlota" a la ayuda militar internacionalista en África, a solicitud del gobierno africano local, para ayudar a combatir el apartheid. J.T.
* Versos del poema "Fermina Lucumí" de la destacada poetisa Georgina Herrera (Matanzas, 1936), Poemas. Ediciones El Puente, La Habana, 1962.

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