| | La casa del miedo es una película basada la producción uruguaya de Gustavo Hernández, La casa muda. Protagonizada por Elizabeth Olsen, la hermana menor de las gemelas Olsen, cuenta en tiempo real lo que Sarah ve y experimenta. Junto a su tío y su padre, la joven se encuentra restaurando una vieja casa de verano familiar que ha sido recientemente usurpada por ocupantes ilegales. Pero las ventanas rotas y las grietas en el yeso son lo menos importante cuando descubren que no están solos, y que hay más que moho escondido detrás de los muros. En el transcurso de 85 angustiantes minutos, su aislamiento idílico se transformará en puro horror cuando presencias del pasado retornen para aterrorizarlos durante una noche espeluznante, en la que una historia oculta será revelada. Aunque en un principio ella se muestra un poco frágil y delicado, a medida que pasa el tiempo y que la casa pareciera comenzar a adquirir una macabra personalidad, Sarah se llena de coraje y lucha por sobrevivir aunque todo pareciera estar en su contra. Una casa venida a menos, lejos de la multitud, de cualquier auxilio posible; vecinos misteriosos que parecieran ocultar información importante, puertas que no se abren y el encierro involuntario transmiten una sensación angustiante que se ve reforzada por una cámara inestable que sigue de cerca los movimientos del personaje, logrando una sensación de temporalidad casi real. Lejos de ese lugar común donde vemos a la joven indefensa terminar involucrada en situaciones peligrosas, predecibles para todos (menos para ella), la fuerza que Olsen logra transmitirle a su personaje y un excelente uso de los recursos técnicos, hacen de La casa del miedo una película diferente que mantiene constante una intensidad dramática que da poco tiempo al espectador para tomar un respiro en medio de ruidos que carecen de fuente, presencias invisibles pero bastante perceptibles, llaves que no abren ninguna puerta, la inclemencia de la noche y todos los misterios que ella envuelve, luces tenues que revelan sólo lo conveniente, no para el personaje, sino para una casa que cobra una sombría personalidad alimentada por un pasado que se conoce a medias, hacen de La casa del miedo una experiencia sensorial escalofriante y angustiante, donde el público recorrerá junto a Sarah los pasillos de una casa que esconde más de lo que revela su fachada. |
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