Tras el receso de nuestra página Web por varias semanas, Lapislázuli Periódico vuelve nuevamente a la red con una nueva edición y la certeza de estar avanzando por un camino de construcción social desde el nivel individual, hasta las transformaciones del colectivo en cada uno nuestros lectores.
Este tiempo que tomamos para hacer un receso nos permitió reflexionar sobre nuestra labor en la promoción cultural, y el fomento a nuevas expresiones artísticas pues las transformaciones en un mundo dinámico que cambia día a día se hacen indispensables; por eso, desde esta edición de octubre de 2010 buscamos proyectar una imagen nueva, fresca, colorida y dinámica para que al visitar nuestra página vuestro deseo sea siempre el de volver. La página se ha organizado por temas para facilitar la búsqueda y tener acceso a cada una de nuestras publicaciones y así hacer más amable la lectura en las secciones múltiples que hemos agregado al periódico con el paso del tiempo. Esta es la respuesta a las necesidades surgidas del incremento de escritos que llegan a nuestro buzón, y del número de lectores que nos acompañan día tras día a construir este espacio en la Internet que pertenece a todos.
Una de las características que más llama la atención a nuestros lectores es como, a pesar de ir cambiando la imagen de Lapislázuli Periódico y transformando sus formas para adaptarse a las nuevas necesidades y requerimientos tecnológicos, nuestra esencia se mantiene firme. Esto se debe, como sucede con la gema del lapislázuli, a que su característica particular es resaltar la esencia del espíritu; pues a pesar de hallarse escondida entre la tierra, su fuerza interna le permite incidir primordialmente sobre el mundo exterior.
Hace ya cinco años iniciamos este camino de letras con la propuesta de aportar nuestra energía en la construcción permanente de una sociedad nueva, donde participemos como seres sociales envueltos en la riqueza de la heterogeneidad, la multiculturalidad, la inclusión social, el respeto por las ideas ajenas.
Aprovechamos la globalización, nos apropiamos de las tecnologías de la información y las comunicaciones para ser una voz que pregona la búsqueda permanente de la paz con equidad, el derecho a la diversidad, el respeto por la expresión de las minorías; el llamado a oponernos a la destrucción de nuestros recursos naturales y del medio ambiente, repeler el maltrato animal; brindar un espacio propio para la reflexión y la expresión.
Por eso, con el pasar de los años, en Lapislázuli mostramos ser diversos, respetuosos, incluyentes. Tenemos la fuerza interna y la dinámica para cimentar nuestra identidad, que busca enriquecer con nuestros aportes a la humanidad, sumada a otras visiones y culturas, porque consideramos lo diverso como positivo, consideramos la heterogeneidad como riqueza.
Esa fuerza interna que cada uno tiene dentro sí puede cambiar el mundo; somos millones de personas que conocemos el poder de la palabra. Así promovemos el cambio.
Nuestro sueño es continuar este camino junto con nuestros lectores. Seguir transformando con las letras, la imagen, el movimiento y poner en contacto nuestra interioridad. Vemos la necesidad de conectarnos entre los seres humanos para explorar esa fuerza interna que desea expresarse a través del arte y las diferentes formas de expresión las culturas.
Nuestro anhelo es fomentar la expresión espiritual entre los hombres que buscan ese algo intangible que se oculta en las sombras y que les permite día a día superar las limitaciones naturales por medio del deseo, los sueños y la persistencia.
Ahora, sabemos que el camino apenas empieza; pero como dijo alguna vez Lao Tse "La travesía de mil millas comienza con un paso".
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